Ejercicios para
Tendinitis de Aquiles

Ejercicios de rehabilitación para tendinitis del tendón de Aquiles

Ten presentamos los ejercicios para tendinitis de Aquiles en esta sección.

La tendinitis aquílea es una enfermedad que se caracteriza por presentar dolor en la zona posterior del tobillo, en la zona del tendón de Aquiles. 

En la tendinitis del tendón de Aquiles, el dolor se intensifica al ponerse de puntillas, correr o subir escaleras. En ocasiones, cuando se cronifica, se puede palpar abultamiento en la zona del tendón.

Ejercicios de rehabilitación tendinitis de Aquiles PDF

*Fuente: SVMEFR

¿Qué es la tendinitis del Aquiles?

La tendinitis de Aquiles es una lesión que afecta a muchas personas activas, desde deportistas de élite hasta aquellos que realizan actividades físicas de manera más casual. Es una afección que puede resultar muy dolorosa e incluso limitante para las actividades cotidianas, y puede afectar significativamente la calidad de vida.

En nuestra página web, te proporcionamos información actualizada y precisa sobre la tendinitis de Aquiles. Encontrarás todo lo que necesitas saber sobre los síntomas y las formas en que esta lesión puede afectar tu cuerpo, así como los factores de riesgo que pueden hacer que seas más propenso a desarrollarla.

Además, te ofrecemos consejos prácticos sobre cómo prevenir la tendinitis de Aquiles, incluyendo el uso de calzado adecuado y técnicas de entrenamiento efectivas. También te brindamos recomendaciones para tratar adecuadamente esta lesión, lo que puede acelerar el proceso de recuperación y minimizar los efectos negativos en tu vida diaria.

La tendinitis aquílea como patología. Fisioterapia en casa.

El tendón de Aquiles es uno de los tendones más grandes, voluminosos y largos del cuerpo humano. Puede soportar cargas de 800 kg y es accionado por el tríceps sural (músculos gemelos y sóleo). 

La tendinitis del tendón de Aquiles inicialmente tiene fenómeno inflamatorio, pero pasado un tiempo puede cronificarse. Si esto ocurre, da lugar a un fenómeno llamado tendinosis, que es una degeneración del tendón, produciendo una pérdida de sus propiedades biomecánicas. Esto sucede porque los intentos de cicatrización del tendón no son efectivos y se entremezclan microlesiones con intentos de cicatrización que no llegan a curar.

El lugar del tendón donde se produce la lesión con más frecuencia suele ser a unos 4 cm de su inserción en el talón. Es allí donde su aporte sanguíneo es menor, y menor su potencial de cicatrización. Aunque también puede asentar en la zona más cercana al pie (tendinitis insercional, en la unión del tendón con el hueso del talón) o en la unión del tendón con el músculo (unión miotendinosa). En algunas ocasiones puede llegar a producir una rotura completa del tendón, que casi siempre afecta sobre un tendón previamente degenerado. 

Tendinitis Aquiles

Causas de la tendinitis aquílea

Las causas más comunes de la tendinitis de Aquiles incluyen el exceso de entrenamiento, la falta de calentamiento adecuado antes del ejercicio, el uso de calzado inadecuado y la realización de actividades deportivas que requieren movimientos explosivos como correr, saltar o levantar pesas. La edad también puede ser un factor de riesgo, ya que el tendón de Aquiles puede perder su elasticidad con el tiempo, lo que lo hace más propenso a lesiones.

Otras causas de la tendinitis de Aquiles pueden incluir la sobrecarga en el trabajo, el aumento repentino de la actividad física, el uso de esteroides o la falta de flexibilidad en los músculos de la pantorrilla. También existen ciertas condiciones médicas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar tendinitis de Aquiles, como la artritis, la diabetes y la obesidad.

Si la situación se cronifica, se produce una progresiva pérdida de la calidad del tendón. Esta pérdida de calidad se conoce como tendinosis. La anatomía patológica de la tendinosis del Aquiles se caracteriza por una degeneración del tendón, que puede incluir cambios en la estructura del colágeno y la aparición de vasos sanguíneos anormales. Estos cambios pueden llevar a una disminución de la fuerza y la flexibilidad del tendón, lo que aumenta el riesgo de rotura y lesiones adicionales.

La tendinosis del Aquiles se produce cuando las células que componen el tendón no pueden reparar o reemplazar las fibras de colágeno dañadas lo suficientemente rápido como para mantener la integridad del tejido. Esto puede deberse a la sobrecarga repetitiva en el tendón, lo que provoca una inflamación crónica y un daño celular. Con el tiempo, la degeneración del tendón puede empeorar, lo que puede llevar a una rotura completa del tendón.

Diagnóstico de la tendinitis de Aquiles

El diagnóstico de la tendinitis de Aquiles implica una evaluación física completa, que incluye la revisión de los síntomas, el historial médico y la realización de pruebas de imagen. El médico puede comenzar por hacer preguntas sobre el dolor y la incomodidad que está experimentando, incluyendo cuándo comenzaron los síntomas, qué actividades pueden estar empeorando el dolor y si hay algún factor que alivia el dolor.

El médico realizará una evaluación física del pie, el tobillo y la pierna para buscar signos de hinchazón, enrojecimiento o dolor. También puede evaluar la fuerza y la flexibilidad del pie y el tobillo, y realizar una evaluación del arco del pie.

Para confirmar el diagnóstico de tendinitis de Aquiles, se pueden utilizar pruebas de imagen, como radiografías, ecografías o resonancia magnética. Estas pruebas pueden ayudar a determinar la extensión y la gravedad del daño en el tendón, así como a descartar otras condiciones que puedan estar causando los síntomas.

Es importante mencionar que el diagnóstico temprano de la tendinitis de Aquiles es fundamental para una recuperación rápida y efectiva. Si se experimenta dolor o molestias en la zona del talón, es importante buscar atención médica lo antes posible para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.

Tendinitis Aquiles

Tratamiento de la tendinitis de Aquiles

El tratamiento rehabilitador de la tendinitis de Aquiles se enfoca en reducir el dolor, mejorar la flexibilidad del tendón y prevenir lesiones adicionales. El tratamiento puede incluir una combinación de terapias físicas, cambios en la actividad y el estilo de vida, y medicamentos.

La terapia física es una parte importante del tratamiento de la tendinitis de Aquiles. El fisioterapeuta puede recomendar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la flexibilidad y la fuerza del tendón. Estos ejercicios pueden incluir estiramientos suaves, ejercicios de fortalecimiento con peso corporal y terapia con ondas de choque, que ayuda a estimular la curación del tendón.

Además de la terapia física, se pueden hacer cambios en la actividad y el estilo de vida para reducir la carga en el tendón de Aquiles. La pérdida de peso ayuda en el tratamiento. Otras modificaciones del estilo de vida incluyen evitar actividades de alto impacto que pueden empeorar los síntomas y usar calzado adecuado con soporte adecuado del arco del pie y talón.

En algunos casos, se pueden recomendar medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación en el tendón. Estos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Nunca se deben realizar infiltraciones de corticoides en el tendón, por el elevado riesgo de rotura del mismo.

 

Plantillas en el tratamiento de la tendinitis de Aquiles

El tratamiento de la tendinitis de Aquiles con plantillas o alzas puede ser beneficioso para algunas personas. Las plantillas personalizadas pueden ayudar a corregir la alineación del pie y reducir la carga en el tendón de Aquiles.

Las plantillas pueden ser recomendadas por su médico o y se hacen a medida para adaptarse a la forma y tamaño del pie del paciente. Las plantillas pueden tener diferentes niveles de soporte y amortiguación para adaptarse a las necesidades específicas del paciente.

Las alzas también pueden ser útiles para tratar la tendinitis de Aquiles en algunos casos. Las alzas se colocan dentro del calzado y elevan el talón, lo que reduce la carga en el tendón de Aquiles. Las alzas pueden ser recomendadas para personas con un desgaste excesivo en el talón o que tienen una longitud de pierna desigual.

Es importante tener en cuenta que las plantillas y alzas no son una solución milagrosa para la tendinitis de Aquiles y deben ser utilizadas como parte de un tratamiento integral que incluya terapia física y cambios en la actividad y el estilo de vida. Además, es importante que las plantillas o alzas sean personalizadas y adaptadas a las necesidades específicas del paciente.

 

Estiramientos tendinitis Aquiles

Tratamiento de la tendinitis de Aquiles con ondas de choque

El tratamiento de la tendinitis de Aquiles con ondas de choque, también conocido como terapia de ondas de choque extracorpóreas (ESWT), es una técnica no invasiva que ha demostrado ser efectiva en algunos casos.

Durante la terapia de ondas de choque, se aplica una onda acústica de alta energía en el área afectada del tendón de Aquiles. Esta onda acústica estimula la reparación del tejido y mejora la circulación sanguínea en la zona afectada.

La terapia de ondas de choque suele ser recomendada por el médico rehabilitador en casos donde otros tratamientos, como la terapia física y los analgésicos, no han sido efectivos. También puede ser una opción para personas que deseen evitar la cirugía.

Durante la terapia de ondas de choque, el paciente puede sentir algunas molestias o dolor, pero estos síntomas suelen desaparecer en poco tiempo. La terapia suele requerir varias sesiones, dependiendo de la gravedad de la tendinitis de Aquiles. Es importante tener en cuenta que puede haber algunos riesgos asociados con esta técnica, como el dolor o la inflamación.

 
 
 

Tratamiento quirúrgico de la tendinitis de Aquiles

El tratamiento quirúrgico de la tendinitis de Aquiles es una opción para aquellos pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores, como la fisioterapia y los analgésicos. Esta opción también puede ser recomendada para aquellos que han sufrido una ruptura completa del tendón.

Existen varios tipos de cirugía para la tendinitis de Aquiles, pero el objetivo común es reparar o reconstruir el tendón. En algunos casos, la cirugía se realiza de forma ambulatoria, lo que significa que el paciente puede volver a casa el mismo día.

La cirugía puede ser realizada con anestesia general o regional, dependiendo de la preferencia del médico. Durante la cirugía, se realiza una incisión en el tendón de Aquiles para acceder a la zona afectada. Luego, se lleva a cabo la reparación o reconstrucción del tendón, utilizando suturas o injertos. Los injertos normalmente se toman de tendones o fascias de zonas cercanas.

Después de la cirugía, el paciente debe llevar un yeso o una bota ortopédica para inmovilizar la zona afectada y permitir que el tendón se cure correctamente. También puede requerir fisioterapia para recuperar la fuerza y la movilidad en el área afectada.

Es importante tener en cuenta que la cirugía para la tendinitis de Aquiles no está exenta de riesgos. Algunos pacientes pueden experimentar dolor, hinchazón o infección después de la cirugía.

La recuperación total lleva varios meses y requiere en casi todos los casos un protocolo de rehabilitación intensivo.

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*Fuente: SVMEFR